Vivimos en una sociedad frenética, rápida y en la que el ahora y el ya están a la orden del día. En un mundo lleno de estrés y velocidad nos olvidamos de lo más necesario: respirar. Parece simple pero no lo es.
¿Qué es la respiración? ¿Y la respiración consciente?
Se llama respiración al proceso mediante el cual los seres vivos intercambian gases con el medio externo, este proceso consiste en la entrada de oxígeno al cuerpo de un ser vivo y la salida de dióxido de carbono del mismo. Los seres humanos podemos controlar este proceso tomando conciencia del mismo aportando múltiples beneficios para el organismo el cuerpo y la mente: es la respiración consciente.
Hemos visto que la respiración consiste en inhalar y exhalar, pero con la respiración consciente las cosas van más allá. Este tipo de respiración consiste en desviar la atención de todo lo que nos rodea y nos distrae, hacia otros puntos o lugares, para centrarnos en las veces que inhalamos y exhalamos. De esta manera, en un momento de estrés, podremos controlar nuestros nervios y enfocar el problema desde otro punto de vista.
Además de calmar la mente, ayuda a que los pensamientos positivos fluyan y logramos que el cuerpo controle el ritmo vital ayudando con ello al bienestar emocional.
Beneficios de la respiración consciente
Afirmamos que la respiración consciente favorece cuerpo y mente de forma unilateral. A través de este tipo de respiración fomentamos la buena circulación del oxígeno en nuestro cuerpo y favorecemos diversos procesos fisiológicos como eliminar tensiones, puesto que marcar una inhalación y exhalación lenta y acompasada a través de ejercicios permite bajar el latido del corazón consiguiendo la relajación muscular (cuerpo). Por otro lado, la respiración consciente es ideal para el bienestar mental. Nos ayuda a centrarnos en el aquí y el ahora, dominando nuestros pensamientos y sacándonos del punto negativo en el que nos encontramos y trasladándonos a un lugar más positivo (mente).
¿Cómo lo conseguiremos?
Explicar todo lo bueno, lo beneficioso o lo necesario que es para nuestro cuerpo y mente el tener y mantener una respiración consciente es muy fácil, pero ¿cómo lo hacemos?
1- Creamos el espacio adecuado, sentándonos cómodamente y dándonos cuenta de nuestra respiración natural y en qué momento nos encontramos.
2- Nos centramos en la respiración misma y, a medida que practicamos, reflexionamos sobre cómo nos sentimos, emocional y físicamente.
Estar atento y consciente de nuestras inhalaciones y exhalaciones y aprender a autogestionarlas nos permite transitar desde un estado de angustia, ansiedad, miedo, inseguridad y estrés al un estado de paz, tranquilidad y calma.
Quien domina su respiración domina su mente.
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